El proyecto blr 759 es un encargo para la restauración, refuncionalización y ampliación de un edificio patrimonial de 1400 m2 ubicado en el barrio de San Telmo. El proyecto original fue construido entre 1911 y 1914 por Guillermo Álvarez, un arquitecto español cuya obra fue muy prolifera en esa época.
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El proyecto original funcionaba como edificio de rentas, es decir tenía servicios centrales y el resto de los espacios eran habitaciones de alquiler. La intervención propone una adaptación de este uso a viviendas multifamiliares, en total 22 departamentos distribuidos en 3 pisos de doble altura y en un último piso que amplía la superficie original con departamentos con terrazas propias. En planta baja se plantea un local comercial. De esta manera se agregan 600 m2 a la superficie original dando un total de 2000 m2. De las 22 unidades de viviendas la mayor parte de las tipologias varian, dando como resultados departamentos que van desde 40 m2 hasta 100 m2.
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La restauración de esta obra propone la puesta en valor de la fachada respetando todos sus componentes, y en el nivel superior del edificio se genera una intervención con estructura liviana en simple altura, lo cual forma parte de la nueva caracterización del patrimonio.
Con respecto a las características principales de este edificio es importante destacar que los espacios interiores son de gran altura (4.80 mts) lo que permite las proyecciones de unidades tipo Loft , es decir espacios en doble altura.
Los espacios comunes de circulación y recepción son amplios y de gran calidad material. Se destacan el mosaico granítico en pisos, y mármol carrara en zócalos. Como parte de la nueva caracterización de esta circulación se propone una piel de aluminio que acentúa la verticalidad de la obra y que sirve como tamiz de luz y como un elemento para dar un carácter más privado a las unidades que ventilan a los patios.
Las escaleras de acceso originales a restaurar son de mármol carrara, las herrerías en hierro fundido, las barandas son de madera trabajada y los pisos del hall de recepcion son de mosaicos prusianos.
Hacia el interior de las unidades se restauran los pisos de pinotea, las guardillas de madera en paredes, las solías de mármol en accesos a unidades, así como los rosetones y figuras decorativas en cielorrasos.
Con la restauración de lo existente y la ampliación proyectada se pretende lograr un equilibrio entre una visión contemporánea y sus características intrínsecas como Distrito, teniendo en cuenta la identidad patrimonial e histórica del barrio.